Recientemente los medios de comunicación han lanzado varias noticias sobre el movimiento okupa, no por ninguna razón especial desde mi punto de vista, pues no es ahora cuano empiezan a producirse conflictos... pero es bien patente que de tanto en cuando los medios sacan a la luz uno de esos temas de la trastienda y tienen algo sobre lo que hablar y ocupar tiempo.
Pero a mí no me importa lo que puedan llamar moda okupa, este movimiento existe desde hace años y tiene que haber un por qué.
El otro día en el autobús volví a encontrarme con un profesor que tuve hace tres años, un chico joven que vino de sustituto y se quedó más tiempo del que él había imaginado. Es curioso, porque ni siquira se le pasará por la cabeza que ahora mismo esté escribiendo sobre él en un blog, en fin, puedo decir y digo que tuve un profesor okupa. Sus palabras sobre este tema puede que fueran tres, pero aún recuerdo la fotografía que nos trajo, era él con una larga melena que sorprendió a todos. Creo que sus palabras sobre el movimiento okupa fueron algo como: es una manera de expresar el descontento, un modo distinto de actuar y tomar alternativas hacia un modelo de vida... con el que no estás de acuerdo." Lo dijo como si nada, sonriendo. Este profesor es especial, porque al mismo tiempo que podía verse tras él un ánimo de cambio, de participación en manifestaciones... es un hombre creyente y que defendía el hecho, como si antes ya lo hubiera hecho frente a otros, de que él podía perfectamente tener unas ideas pero ello no le impedía ser religioso, cristiano y creer en Dios, él era libre de hacerlo, y él así lo sentía.
No estoy de acuerdo con que destruyan semáforos, quemen contenedores... Cuando lees algo sobre ocupas las palabras que destacan son: lucha, rechazo o expícitamente "rechazo de culquier mediación institucional de nuestra lucha". Pero quizás el hecho de haber conocido a una buena persona que era okupa me invita a pensar que no todo es malo y que son necesarias (aunque por supuesto no en actuaciones vandálicas ni haciendo daño a nadie) las alternativas, no es tan malo que haya gente que piense transversalmente al sistema establecido, el hecho de que exista una "amenaza" frente a los que tienen el poder puede que sea productivo. Pido perdón porque no he sufrido las consecuencias incómodas de vivir cerca de zonas ocupas, entiendo que haya vecinos que no les guste que consuman droga... No obstante cuando escribo esto me refiero más al ámbito ideológico, pues en un mundo en el que la globalización se extiende para bien y para mal, en el que la occidentalización es inminente, en el que la cultura americana (como dice la canción de Zirrosis El país de la libertad) "trata de imponer su forma de vivir con doble juego belicista y moral" , frente a todo esto optar por un pensamineto propio e individual que pueda ser más crítico y menos maleable por los poderosos no puede ser visto tan mal, rechazado sistemáticamente por una imagen de sucios. En definitiva algo de romanticismo envuelve a este movimieto ocupa. Un ejemplo de ello puede ser el de Soledad Rosas, la muchacha de la foto, que pasó a formar parte del movimiento en Turín y además era una mujer enamorada. La policia italiana la detenía junto a su novio y un amigo, ella mientras estaba detenida se suicidó.
Fuera ya del ámbito ocupa, a ustedes, ciudadanos de calle, que no irradia en nosotros un espíritu de rebeldía, de ruptura con el sistema, alguien como yo, no somos piezas inútiles, atrevámonos a pensar.
Laura Ramón
No hay comentarios:
Publicar un comentario